O Ribeiro
La región vinícola de O Ribeiro, ubicada en la provincia de Ourense, Galicia, es una de las más antiguas y prestigiosas de España. Su nombre, que en gallego significa "riberas", refleja la influencia crucial de sus ríos: el Miño, Avia y Arnoia, que irrigan los viñedos y crean un microclima ideal para la viticultura.
La historia del Ribeiro se remonta al siglo II a.C., con evidencias de producción vitivinícola que han perdurado y evolucionado a lo largo de los siglos.
Durante la Edad Media, los monasterios benedictinos y cistercienses jugaron un papel fundamental en el desarrollo de los viñedos, especialmente el monasterio de San Clodio. La región alcanzó su esplendor en los siglos XVI y XVII, siendo muy apreciada en mercados internacionales como Inglaterra y Flandes, gracias a su calidad y la influencia del Camino de Santiago que facilitó el comercio.
Hoy en día, O Ribeiro es conocido por su diversidad de suelos y microclimas que favorecen la producción de vinos únicos, blancos elaborados principalmente con variedades autóctonas como Treixadura, Godello, Loureira y Torrontés. Estos vinos destacan por su frescura, acidez equilibrada y una gran expresión aromática
También se producen tintos con variedades autóctonas como Brancellao, Souson y Caiño tinto generando vinos intensos, originales y expresivos, con aromas de frutas rojas y negras, notas florales como violetas, regaliz, especias y balsámicos.
En el contexto actual, una de las figuras más destacadas es Iría Otero, una enóloga con una profunda conexión con Galicia. Tras trabajar en diversas bodegas, incluida Dominio do Bibei en Ribeira Sacra, Iría decidió establecer su propio proyecto en Ribeiro. Con una filosofía de mínima intervención, produce vinos que reflejan el terruño y las variedades autóctonas de la región. Sus vinos, como el "Ravia" y "A Seara", son apreciados por su autenticidad y respeto al entorno, utilizando prácticas sostenibles y ecológicas.
Iría Otero ha sido instrumental en resaltar el potencial de los vinos tintos de Ribeiro, utilizando variedades locales como Sousón y Caíño Longo, y mostrando que Ribeiro no solo es tierra de grandes blancos sino también de tintos con carácter y complejidad.
Ribeiro, con su rica historia y su capacidad de adaptación, sigue destacando en la viticultura gallega, ofreciendo vinos que son un verdadero reflejo de su paisaje y tradición.
