Adega do Vimbio, situada en Goian, Tomiño, en el valle del Miño y cerca de la frontera con Portugal, tiene una historia que se remonta a 1985. Fue entonces cuando la familia de Martín Crusat compró la finca y plantó las primeras cepas. Hoy, la bodega cuenta con 2,5 hectáreas repartidas en tres parcelas: Casendo, Veque y O Gaiteiro.
Al mando de esta bodega están Martín Crusat, un apasionado biólogo, y Patricia Elola, licenciada en ciencias ambientales. Tras una década trabajando en el extranjero, en 2012 decidieron regresar a Galicia para darle vida a Adega do Vimbio, impregnando su proyecto con un enfoque sostenible y de mínima intervención. Aquí, las levaduras autóctonas son las protagonistas y se evitan correcciones de acidez o estabilización química, permitiendo que los vinos reflejen de manera auténtica el terroir.
Las viñas de Albariño, Caiño Blanco y Loureiro crecen en suelos mixtos de esquistos, arcillas y cantos rodados de origen fluvial, aportando una riqueza única a sus vinos. En 2020, Martín y Patricia optaron por salir de la Denominación de Origen Rías Baixas para ganar mayor libertad en sus prácticas enológicas y capturar la esencia pura de su viñedo.
Entre sus vinos, destaca el "Vimbio", un homenaje al término gallego para el mimbre, usado tradicionalmente para atar las vides. Además, su línea incluye vinos ferales, creados sin restricciones burocráticas, buscando siempre una expresión honesta y salvaje de sus uvas. Entre sus vinos naturales destacan Roico, Encoiros y O Acordo.
Adega do Vimbio es mucho más que una bodega; es una celebración de la tradición, la sostenibilidad y la pasión por el vino. Aquí, cada botella cuenta una historia de amor por la tierra y un compromiso con la autenticidad. ¡Un verdadero tesoro para los amantes del buen vino!
