La uva Treixadura es una variedad blanca autóctona de Galicia, especialmente valorada en la Denominación de Origen Ribeiro, donde es la variedad predominante. Su origen se remonta al siglo XVIII, y su cultivo se ha extendido por otras regiones gallegas como Monterrei, Valdeorras y Ribeira Sacra, así como en algunas zonas de Portugal, donde es conocida como Trajadura.
En la Ribeira Sacra, aunque su presencia es menor comparada con otras zonas, la Treixadura contribuye a la elaboración de vinos frescos y aromáticos. Los suelos graníticos y bien drenados de esta región, junto con el clima que mezcla características oceánicas y mediterráneas, son ideales para esta variedad.
La Treixadura produce vinos con un perfil aromático destacado, con notas de manzana, pera, cítricos y flores blancas. Estos vinos tienen una acidez equilibrada y una ligera mineralidad que refleja la riqueza del suelo donde se cultiva. Además, la Treixadura muestra una gran versatilidad en la vinificación, permitiendo la elaboración de vinos jóvenes, vinos de guarda, espumosos y hasta vinos dulces.
En términos de características, los vinos de Treixadura suelen tener un cuerpo medio, una textura sedosa y un buen potencial de envejecimiento, especialmente cuando se crían en barrica. Esta capacidad de evolución en botella permite que los vinos desarrollen una mayor complejidad y profundidad con el tiempo.