Los vinos naranjas, también llamados vinos ámbar o vinos de maceración con pieles, se elaboran a partir de uvas blancas siguiendo un proceso propio de los vinos tintos. El mosto permanece en contacto con las pieles durante la fermentación —desde unos días hasta varios meses— y adquiere ese tono anaranjado tan característico, además de una estructura y complejidad excepcionales gracias a los taninos y compuestos fenólicos extraídos de las pieles.
Su origen se remonta a la región del Cáucaso, en la actual Georgia, donde se fermentaba el vino en vasijas de arcilla llamadas qvevri, enterradas bajo tierra, una técnica milenaria que data de alrededor del 6000 a.C. Hoy en día, esa tradición se ha recuperado y modernizado en varios rincones del mundo, con especial renombre en Friuli-Venezia Giulia (Italia) y Goriška Brda (Eslovenia), donde productores como Josko Gravner y Radikon han dado nueva vida a estos métodos ancestrales.
El fenómeno de los vinos naranjas se ha extendido por países como Francia, Austria, Estados Unidos y Australia, cada uno adaptándolo a sus variedades locales y a su forma de entender la vinificación. Si buscas una experiencia diferente, estos vinos sorprenden con notas de frutas secas, hierbas y especias, a menudo con un sutil matiz umami. Su equilibrio entre acidez y taninos los hace refrescantes y muy versátiles en la mesa.
En VinNatura, te proponemos descubrir estos vinos ancestrales desde una perspectiva comprometida con la naturaleza y el respeto al entorno. Nos encanta recomendarte el vino natural Roico de Adega do Vimbio, una expresión clara de lo que significa unir tradición y prácticas conscientes. Atrévete a explorar el fascinante mundo de los vinos naranjas y añade un giro inesperado a tu próxima cata. ¡Hoy más que nunca, cada elección cuenta!
